Pedagogía Amigoniana

EPLA

Todas las personas que han pasado por nuestros colegios podrían definir la pedagogía amigoniana como una pedagogía del amor por la presencia del profesor y el amor exigente, por la tolerancia y el respeto, por la atención y el conocimiento personalizado, por el interés y la disponibilidad, por la cercanía y la acogida, por la alegría y el ánimo emprendedor que manifiestan en su relación y trato una gran mayoría de los profesores/educadores amigonianos.

El modelo pedagógico amigoniano propone el desarrollo máximo de todas las facetas, capacidades e intereses de las estudiantes a partir de sus propias convicciones.

Tiene su fundamento en la formación integral como desarrollo de las dimensiones del ser humano: religiosa, cultural, social, intelectual, política, estética, ética.

La Pedagogía Amigoniana es preventiva y se basa en la reflexión para la solución de dificultades a través del diálogo igualitario, la participación, la corrección, la construcción del conocimiento a partir de la acción.

Su convicción es que el ambiente natural y social cotidiano tienen una función educativa buscando que la niña, el niño o la persona joven pueda potenciar sus valores, sus capacidades, su capacidad crítica, haciendo de los espacios y lugares campos de humanismo cristiano que sigue apostando por la dignidad de las personas, matizados por la alegría, la fraternidad que inspira el espíritu de Luis Amigó.

La pedagogía amigoniana es:
• Un proceso gradual y progresiva
• Un proceso integral que vincula a la persona como la unidad de todas sus dimensiones
• Un proceso en el que cada persona es la protagonista
• Un proceso natural que se identifica con la vida real